Estreno: Legends

(TNT. Estreno: 14/08/14)
El regreso de Sean Bean (Ned Stark) llega de la mano de Legends, título que se refiere a las "leyendas" o tapaderas que utiliza el servicio de inteligencia para infiltrar a algún agente en operaciones encubiertas. Las señas de identidad que de momento han exhibido, aparte del talento interpretativo del bueno de Ned, que se come casi el 80% de lo que ocurre en pantalla con su facilidad para meterse en el papel del personaje que le toca construir, son un ritmo alto y entretenimiento aun a costa de reiterar varios clichés que se precien en toda serie de acción.

La noticia (ojo: spoiler :p...), pues, es que Sean Bean sobrevive al piloto, como se han encargado de apuntar jocosamente en Internet. Interpreta a Martin Odus, que probablemente sea el mejor agente encubierto que haya tenido nunca creo que el FBI (uno se lía con tanta agencia), quizás por esa capacidad de adaptarse camaleonicamente al personaje que se inventa para resultar creíble dentro de la organización que corresponda. Uno de los puntos que menos me han gustado, de hecho, parten de cuando Martin se saca de la manga un conjunto de tópicos lacrimógenos (hombre que lo ha perdido todo por la crisis, incluyendo a su hija discapacitada, con un cáncer terminal...) que no sé cómo puede colarse nadie...

En este caso, partimos con Martin dentro de un grupo terrorista que trata de rebelarse contra el poder establecido de una forma violentamente anarquista. Habrá que ver si vamos pasando de misión en misión (pese a que no sería muy creíble porque inventarse identidades, por más que nos enseñen a cerebritos informáticos que falsean cualquier información, no es cuestión de horas, sino que requerirá de mucho más tiempo, digo yo) o si simplemente la trama se centrará en lo que el misterioso hombre de la capucha (qué manera más sutil de tratar de pasar desapercibido...) le dice poco antes de ser asesinado: no eres quien crees ser y no puedes confiar en nadie (la frase me suena, al menos la he oído en Extant así a bote pronto).

El piloto ha girado en torno a Odus y el resto de personajes ha quedado más desdibujado. La siguiente en importancia es Crystal Quest (Ali Larter), compañera de Martin, con quien tuvo un affaire y que le guarda bastante rencor en un principio aunque pronto se le pasa y decide apoyar al que parece ser su subordinado en la operación logística. El momento de hacerse pasar por streapper, más allá de la broma que le gasta Martin para que siga contoneándose encima de él, ha sido bastante forzado y apunta el peligro que le veo a la serie: corre el riesgo de no creérsela ni su guionista. Cuando los terroristas le perdonan la vida al aparecer en una especie de parking en bata (¿¿¿???) no se lo cree nadie. "Prométeme que no le vas a contar a nadie esto", le dice el malo. "Palabra de niña buena", le contesta la rubia. "Bueno, venga, vete, anda, que eres la coprotagonista y estás muy buena como para que te matemos en el piloto".

Deja dudas el resto del reparto y su función en la serie: Sonya Odum (Amber Valletta), la ex de Martin, pasa sin pena ni gloria y el hijo es otro rostro infantil más (además de que debería estar prohibida la frase de "te compensaré" ante el enésimo incumplimiento de palabra paterna) y apuntan a algo visto en reiteradas ocasiones; el jefazo, Nelson Gates (Steve Harris), es probablemente el tipo más insulso y plano y con menos carisma de la historia de todas las organizaciones de inteligencia; y Maggie Harris (Tina Majorino), aunque enrollada con Martin casi desde el principio, tampoco dice mucho. Es, sin duda, el componente más flojo de la propuesta de TNT junto con que se le ven las costuras a la serie y apunta a bastante previsible dentro de los giros que empiecen a darse.

No obstante, ha resultado un buen piloto pese a todos los defectos que le he sacado. No creo que aspire al reconocimiento de la crítica en ningún momento, pero dudo de que vaya a jugar a eso. Ofrecerá acción e intriga, ingredientes que pueden ser suficientes si no buscas más allá.


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