Fenris, el elfo. Laura Gallego. SM

(235 páginas. 9,95 €. Año de edición: 2010)
El cuarto volumen de la saga de las "Crónicas de la Torre" en realidad se trata de la precuela orientada en torno a uno de sus personajes más carismáticos y menos desarrollados: Fenris. Nos situamos cronológicamente varios años antes de la llegada de Dana a la Torre, en un encuentro desarrollado tanto en el prólogo como en el epílogo con el Maestro. Entre medias, lo que tenemos entre manos es la historia que referirá Fenris (en tercera persona, permítamosle esa licencia a la autora) sobre su pasado.

Dentro de este universo, destaca sobre todo la parte dentro del Reino de los Elfos y, en especial, su relación con Shi-Mae, a quien ya vimos en los dos últimos libros, caracterizada como una archimaga con demasiada ambición y pocos escrúpulos. Ya conocía a Fenris y le tenía una especial manía, y aquí vemos por qué. Y el porqué es una trágica historia de amor bastante bien desarrollada. Los orígenes de la licantropía de Fenris (Ankris como nombre élfico) también son explicados: a raíz del mordisco de un hombre lobo (que después descubriremos que no es otro sino Novan) a su madre, Eilai, cuando no sabía ni que estaba embarazada de Ankris. A pesar de las reticencias de su marido, Anthor, al final acaban teniendo el hijo, ayudados por el Hechicero del Anillo (la zona boscosa que protege el Reino). 

Tras el destierro (la pena de muerte le es conmutada en el último momento de una manera un poco precipitada), la parte en el reino de los humanos, vagando de un sitio a otro, pierde cierto interés, por más que son años clave para la formación de Fenris, que tendrá que lidiar con su parte lobo. Ronna, dentro de la tribu de los lobos, será la explicación de por qué luego Fenris no hará ni caso a Salamandra. 

Lo importante de esta novela es que contiene mucha acción, las dosis justas descriptivas y diálogos ágiles. En contadas ocasiones se profundiza en otros personajes que no sean los principales (y si no que se lo digan al incansable Cazador), pero cumplen su cometido en la trama. Ideal para 1º, 2º de la ESO, incluso como lectura independiente de los otros libros (aunque nosotros hemos leído en clase la saga entera y sería recomendable ese orden si quieres empatizar más con el elfo-lobo). La mayor diferencia de este libro con respecto a los anteriores es que el componente mágico no está tan presente, apenas está esbozado en Shi-Mae y al final. Es más un libro de aventuras que de fantasía. Se lee fácil y a los alumnos les engancha tanto o más que los anteriores libros (ya que no hay tantos personajes ni tanto salto de uno a otro). Se trata de un valor seguro.

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