Cuando fui mortal. Javier Marías. DeBolsillo (2009) (Relectura)

(160 páginas. 7,95€. Año de edición: 2006)
Si bien no llega a las cotas que alcanza su novela y pese a que su prosa laberíntica o incisiva (por los muchos incisos que realiza, aunque también por lo agudo) no casa demasiado bien con el género breve, aunque muchas veces las historias que cuenta en sus relatos nos remiten a otras narraciones suyas (bien por personajes recurrentes, bien porque el material lo emplea en otros relatos, como Corazón tan blanco) y otras tantas se nos queda la sensación de que la prosa de Marías queda algo encorsetada entre la brevedad, es sin duda un disfrute leer siempre cualquier cosa que escribe, como sus artículos diarios.

Quizá La herencia italiana, junto con Domingo de carne o Figuras inacabadas sean los más endebles, quizá por sus finales precipitados o presuntamente sorprendentes. Me encantan, por contra, los relatos de fantasmas de Marías, como Cuando fui mortal, que da título a la compilación, donde poco a poco nos va reconstruyendo cómo murió ese narrador-fantasma; o No más amores, anecdótico pero entretenido.

Los más extensos, Sangre de lanza y Todo mal vuelve, quizá al remitirme al Marías novelista en cuanto a esa primera persona que narra y que ha conocido al personaje protagonista, también me han traído buenos recuerdos.

Por último, Prismáticos rotos, Menos escrúpulos y En el tiempo indeciso, tienen algo que consiguen que perduren; de hecho, de mi anterior lectura eran los que más recordaba. Sencillos, pero interesantes.

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